domingo, 8 de noviembre de 2020

Yo la cobaya...


A diferencia de los demás que plantean su lista de propósitos a comienzos del año, siendo el 01 de enero el día de las intenciones, yo lo realizo el día de mi cumpleaños, así todos los años comienzo con una lista interminable de propósitos y ya tengo una semana, con una idea reiterada en la cabeza, me he percatado que tengo un problema, como médico siempre escuche y vi, como las personas se buscan mil excusas para justificar su situación de salud, se niegan a enfrentar la realidad tapando el sol con un dedo, bueno tengo muchas realidades y muchos dilemas internos que hacen que cada día sea un colage de vivencias, pero lamentablemente de la que le hablaré hoy y la que desarrollaré en este blog tal vez no sea la más relevante, transcendental o profunda, pero es la que me quita el sueño en estos momentos, y la que pretendo cambiar... Con la compañía de todos ustedes, seres invisibles a quienes conmino a expresar su crítica, opiniones y demás comentarios... Ya el comentario de hoy excede la extensión agradable de lectura de estos días, de tuits de 180 caracteres, en donde voy a comentarles mi lucha contra la otra epidemia de esta época, no es tan romántica como amor en tiempos de cólera, no tiene héroes como las cruzadas y carezca de simbolismo como la tuberculosis, pero no deja de ser letal, el problema es que poco a poco se va apoderando de todos y se hace parte de nosotros, pocos la rechazan, como es: la obesidad, en este blog pretendo hablar de algo tan banal y a la vez tan difícil para mí, como es el bajar de peso y compartiré con vosotros mi lucha por el peso ideal... si estás libre de pecado lanza la primera piedra...

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