Para acceder a mi cuenta bancaria, requiero utilizar un sistema
de verificación en dos pasos, pero no recuerdo mi contraseña y mucho menos tenía
instalada la aplicación, por lo que me veo obligado, si es que quiero seguir
contando con mis ahorros.
Es sorprendente el montón de aplicaciones e información
que se contiene en un teléfono, claves de toda índole, ubicación, fotos,
recordatorios, es que no sé que más he perdido con el móvil, lo que, si es que
estoy mucho menos ansioso con ese tema, nunca lo imagine.
Este
ejercicio de diferir todo me permitirá limpiar un poco mi vida digital y
conservar el acceso a las cosas que realmente me interesan o sirve, de las que
no, y así definitivamente superar lo nomofobia, haciendo un uso más racional de móvil
y tal vez lograr dedicar mas tiempo a mis relaciones reales que a las
virtuales.
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