Este articulo no es de mi cosecha pero como todos los octubres recuerdo mi emigración fallida, he decidido publicarlo...
A pesar de los muchísimos casos de éxito también encontramos casos de
fracaso, donde los protagonistas han regresado al país, muchas veces
con peor situación a la que tenían antes de salir, regresan sin empleo,
casa, carro, dinero y con la sensación de fracaso, claro esto para
quienes realmente lo intentaron, por el contrario, hay otros que
fracasan y por arrogancia regresan hablando mal del país y la sociedad
donde estuvieron.
A diferencia de otros países latinoamericanos, el Venezolano
que emigra en una gran mayoría es de clase media, alta o al menos posee
estudios universitarios, dejando trabajo y renunciando a la estabilidad
de la zona de confort. Estas condiciones hace que se arriesgue mucho
dejando atrás un estilo de vida muy distinto al que encontrará en el
país destino. Nuestros vecinos cercanos y camaradas de Sudamérica,
(Colombianos, Ecuatorianos, Peruanos y Bolivianos) quienes tienen muchos
años más que nosotros emigrando, en su mayoría quienes salen son las
clases bajas en busca de algo mejor, por lo que el cambio no es tan
grande, con la diferencia de llegar a un país que por lo general les
brinda una estabilidad y paz social que ya no tenían en casa. Está
diferencia por sutil que parezca, hace que nos cueste algo más
adaptarnos a las nuevas reglas del juego, también nos perjudica mucho el
que en la maleta muchos compatriotas meten la viveza del Venezolano,
esa que tanto daño nos ha hecho, personalmente recomiendo dejarla en
casa, en un cajón mientras más guardado y bajo llave mejor, enterrada
seria perfecto.
Los que se traen tal característica se creen dueños del mundo y que
pueden seguir haciendo lo que les da la gana, de forma muy errada. He
escuchado doctores decir, que se vinieron a España desde Estados Unidos
porque aunque en ambos países beber alcohol y manejar esta penado, aquí
las sanciones son algo más suave, bueno en realidad eso ya no es
cierto, con los cambios de normativas y con el carnet por puntos, aquí
en España es tan o más severo que en el imperio, pero para variar al vivo le gusta hablar sin saber de que habla.
Las razones del fracaso migratorio del Venezolano son variadas, listare algunas sin ningún orden o tipo de preferencia, entre ellas encontramos:
- Viveza del Venezolano. Como comente anteriormente, la viveza
tan conocida en el país y tan utilizada para justificar los malos
comportamientos, es un cáncer que carcome el alma de unos ciudadanos que
han decidido usarla como forma de vida. Con ella justifican las
violaciones a las leyes, abuso contra las normas de convivencia o de
cualquier reglamento que intente mantener el orden de la sociedad.
- Falta de Humildad. Algunos Venezolanos
emigran creyendo que por su clase social y su titulo universitario el
mundo debe arrodillarse a sus pies y son incapaces de bajarse de esa
nube en la que viven. Afuera la gente no pone el título por delante del
nombre, ni existe esa separación tan fuerte entre estudiado y no, ya que
todos ejercen un papel vital para el buen funcionamiento de la
sociedad. Antes de la crisis mundial, en los países desarrollados no era
un requisito para todo ciudadano el tener título universitario como si
lo es en mayor medida en Venezuela. Dos razones fundamentales, la
primera el costo y la segunda, que con empleos de menor jerarquía se
puede obtener los medios para vivir. Esta falta de Humildad hace que no
busque o acepte trabajos de menor cualificación haciendo imposible su
adaptación y por falta de medios debe regresar.
- Malas decisiones. Por presión, soledad o la depresión
común del emigrante se pueden tomar decisiones incorrectas que conllevan
a fracasos muchas veces evitables. Puede ser el cambio de empleo,
rechazar una oferta, mudarse de ciudad, comprar coche nuevo o tantas
cosas que pueden ser correctas en circunstancias diferentes pero que en
el momento de tomarlas no era el adecuado. A veces por soledad o por
querer mantener un estatus se decide hacer un viaje o comprar coche sin
entender que ese dinero puede ser necesario más adelante. En el caso de
los emigrantes en la Florida, el error no es comprar el coche, sino el
tamaño y monto del mismo.
-Legalidad. Parece una tontería, algo obvio, pero algunos no
entienden que para vivir en cualquier país civilizado se requiere de
permisos para tener una situación legal. Son tipos o estatus de
residencia que varían según el país y el tipo de actividad que permite
desarrollar, encontramos las turistas, residencia por trabajo,
residencia temporal, residencia permanente y por supuesto la
nacionalidad, esto es un pequeño resumen pero si no tienes ninguno de
esos estatus te encuentras ilegalmente en el país destino, lo que hace
que te encuentres al margen de la sociedad, ya que no podrás sacar ni
una línea de teléfono móvil mucho menos encontrar empleo o sustento
alguno. Esto es un punto muy importante a tomar en cuenta cuando se
decide emigrar, no hay que ir a un destino porque es la moda o porque
dicen que es muy bonito si no se podrá obtener los papeles para vivir,
ya que no hay nada que condicione más las posibilidades de éxito de una
persona que no estar legal en un país.
- Venezolanitis. Es un sentimiento similar al que produce el
excesivo apego del país, pero en este caso en vez de la nostalgia a las
bellezas naturales es la necesidad de estar rodeado de conciudadanos
solo compartiendo con Venezolanos, esto ocurre más
frecuente de lo que se pueda pensar. De esta forma el grupo cercano del
emigrante no es otro que más emigrantes Venezolanos que comparten sus penas y viejas glorias en el país natal. Es bueno compartir con Venezolanos
y más si son amigos desde que se estaba en el país de origen pero no
todo el mundo debe reducirse a este grupo, se debe compartir con todo
tipo de personas, emigrantes de otras nacionalidades pero sobre todo con
nacionales del país destino ya que es con ellos que se aprende de las
costumbres diarias y esa cultura tan típica en cada región. El no
hacerlo puede ser motivo a ser rechazado por falta de adaptación o
simplemente ser un extranjero más sin importar la cantidad de años que
se este viviendo en la sociedad adoptada.
Puedo seguir listando cantidad de razones, pero lo importante es que
para que sea exitosa la experiencia es buscar adaptarse a la sociedad,
hacer amigos locales y buscar aprender la jerga, modismos y clichés
diarios. Dejar a un lado lo vivido en Venezuela e
intentar comenzar con rutinas nuevas, siempre estar legal en el país
para poder aprovechar las bondades de la sociedad así como ser humilde
para lograr entender que es un comienzo, y como comienzo al fin habrá
que hacer cosas que ya se pensaban superadas. Pero lo más importante es
dejar bien encerrado bajo llave y enterrado esa condición tan
perjudicial para nuestro conciudadanos, esa maldita viveza del Venezolano que tanto daño nos ha hecho.
Evidentemente, hay que tener un poco de suerte para que las cosas
salgan como se espera, pero hay que buscarla ya que como dicen “la
suerte es para quien la busca”.
No compliquemos más este viaje con comportamientos sin sentido.
No te dejes influenciar por las experiencias de los demás, sean
amigos, conocidos o familiares, no importa si la experiencia es exitosa o
un fracaso total porque cada experiencia es única, con condiciones y
resultados individualmente particulares. Pero no dejes de tomar una
decisión por el miedo que puede influir el saber la media verdad (o
mentira completa) que nos cuentan…
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