Los hikikomori son adolescentes y adultos jóvenes que desconfían de sí mismos, sintiéndose incapaces para cumplir los roles que esperan sus familias de ellos. Estas personas, abrumadas por la difícil sociedad japonesa, reaccionan ante su debilidad aislandose de las personas, encerrándose en sus casas o habitaciones por meses e incluso años. Según estudios, uno de cada diez jóvenes japoneses son hikikomori, la mayoría varones y primogénitos (que son de los cuales las familias esperan mejores cosas y son mas presionados). Claro, difícilmente se conocen la cantidad de personas que sufren este síndrome pues las familias lo ocultan por vergüenza.
La sociedad japonesa es muy estricta en todos los ámbitos (si, nada que ver con lo que muestran los Mangas o Animes). La primera preocupación comienza por la escuela, donde los jóvenes son presionados terriblemente por sus padres y las personas en general. En muchos casos, estas exigencias se inician incluso cuando los niños son llevados a la guardería. Estos tienen que presentar el examen de ingreso para entrar en el mejor kindergarten, luego para la mejor escuela primaria, luego para la mejor secundaria y finalmente para entrar en la universidad. Casos que recuerden esto se han visto, como en algunos Animes, donde el/la protagonista se prepara durante un año entero para el examen de ingreso de la universidad (siendo la mejor y más estricta la Universidad de Tokio). En las escuelas, es común el abuso por parte de los estudiantes, de los cuales muchos se burlan y aprovechan de otros porque son obesos, no son de padres adinerados, no tienen una orientación sexual correcta, no son los mejores estudiantes o deportistas, al grupo o familia al que pertenecen, entre otras razones.
Ya graduados los estudiantes, se tienen que enfrentar a la dura batalla de desenvolverse en el campo laboral. La mayoría de personas encuentran trabajos que no son fijos o por jornada, con pocos ingresos y con un salario que alcanza solo para mantenerse a medias a sí mismo.
Aun así, muchas de las personas que sufren de este síndrome son superdotadas y debido a que no recibieron la educación necesaria para su nivel académico. Si estas no reciben la educación especial que se adapte a sus necesidades pueden sufrir vicios emocionales y consecuencias emocionales difíciles de superar o insuperables.
Estas personas evitan cualquier tipo de presión social y es debido a esto que se aíslan de todas las personas. Los hombres que sufren este síndrome pasan años de su vida durmiendo, viendo televisión o jugando con sus computadores, volviéndose un caso extremo de hijos solteros y parásitos. Este aislamiento es gradual, llegando hasta el punto de que éstos jóvenes cierran la puerta de su habitación para protegerse de todos (cuestión muy exagerada). Entre su comportamiento están: tristeza semi-permanente (lo digo así porque muchas veces están deprimidos), son solitarios, tímidos, inseguros y poco habladores, lo cual es objeto de burla en las escuelas y hace esto el detonante para su aislamiento.
La presencia de un hikikomori en la familia, resulta vergonzoso y es considerado como el elemento que muestra los problemas internos de esta. Muchos padres esperan mucho tiempo para brindarle ayuda psicológica a sus hijos. Además, por tradición los hijos corren a cargo de la madre, por ello es común que el padre le deje este problema a esta, la cual sobreprotege a su hijo.
La falta de contacto social de estas personas produce un gran efecto en la mente de los hikikomori, perdiendo sus habilidades sociales y morales. Muchas veces les cuesta diferenciar el bien y el mal, y convierten la televisión o los videojuegos en su manual de referencias. Cuando una persona que sufre este síndrome decide volver a la sociedad, se debe enfrentar a su falta de habilidades sociales así como años de estudio, temiendo que los demás se den cuenta de su pasado y mostrándose vacilantes con la gente.
El miedo a la presión social se puede convertir en ira, y la pérdida del marco de referencia social lo puede llevar a un estado de violencia. Los casos pueden ser extremos: hijos que golpean a sus padres, jóvenes que secuestran personas por años y las maltratan, chicos que matan personas para recrear escenas violentas o pornográficas de Animé, entre otros. Estos casos hacen que la gente les califique a todos de la misma manera a todos los hikikomori. A este fenómeno se le agregan los constantes suicidios de los adolescentes japoneses, los suicidios colectivos planeados por Internet, entre otros.
Para demostrarles un claro caso de lo que es un hikikomori, el cual no es japonés (a pesar que este fenómeno es puramente de Japón) pero aún así, muestra lo que haría una persona con estas manifestaciones en casos extremos es el terrible comportamiento de odio y agresión que sufrió el joven chino Cho Seung-Hui quien asesinó a 32 personas en la Politécnica de Virginia y luego se suicidó. En Anime, existe una historia llamada NHK Ni Youkoso!, que narra la vida de unos hikikomori con un toque de humor aunque están mostrando la pura y triste realidad de estos jóvenes.
Japón es un país más complejo de lo que muchas veces parece, estos casos son los que afirman que sus habitantes son humanos y no los “robots” que son considerados por las escuelas, universidades y/o trabajos. Esperemos que este fenómeno no se expanda en el país ni en el resto del mundo, y que las personas tomen el valor necesario como para enfrentar las adversiones.
Este post corresponde a uno de los artículos escritos para Manganimart, una revista virtual por fans y para fans que desapareció hace años.
- http://animeche-of-heavens.blogspot.com/2013/12/cultura-hikikomori.html#sthash.ISrJU4OM.dpuf
- http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2011/09/17/soy-un-hikikomori-mi-mundo-es-mi-habitacion-84346
- http://es.wikipedia.org/wiki/Hikikomori
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