Un diario en motocicleta

Un diario de motocicleta particular: capitulo Venezuela

Yo creía haber visto todo, hasta que conocí a Nicklas & Lukas, dos jóvenes alemanes, quienes en búsqueda de hacer algo diferente, algo que marcara sus vidas y con el interés de huir del servicio militar de su país, se propusieron seguir la ruta que Ernesto “El Che” Guevara y Alberto Granado realizaron por Sudamérica en el año 1951, y  registro en su libro “Notas de Viaje por América Latina” y digo intentaron, porque como detallare mas adelante, su ruta es un poco ecleptica,  no queriendo decir esto que su experiencia haya sido un fracaso, sino todo lo contrario. Lo ambicioso del proyecto solo es inversamente proporcional a su carencia de rigor histórico.

Una de las primeras licencias que se toman, es con respecto a la ruta del viaje, nuestros conteporaneos actores lo realizaran al contrario a como “El Che” y Granado registraron su travesía; Nicklas & Lukas iniciaron  su camino en Caracas para finalizar en Buenas Aires, adquiriendo para iniciar ese viaje un Volkswagen Escarabajo como sucedáneo de "La Poderosa", mote dado por Granado a su moto. Por suerte y quizás por predestinación este vehículo corre con igual suerte que la susodicha y sin aún haber dejado la ciudad capital, ya se había fundido su motor, por lo que deciden hacer otro cambio, de los muchos que vendrán, al apego del libro, vendiendo el vehículo como chatarra, adquiriendo no una, sino dos motos para hacer el recorrido.

 

Como la parte del libro dedicada a Venezuela es escasa, existe una controversias acerca de la ruta seguida por Ernesto Guevara y Alberto Granado, existiendo dos posibles rutas: la ruta de los Andes, donde se cree ingresaron a Venezuela desde San Antonio del Tachira hasta la capital (la historia mas creíble y accesible), existe una segunda versión de la ruta, no probada, que sostiene que la dupla ingreso a Venezuela desde Brasil, a donde se adentraron desde el norte de Brasil por medio del río Amazonas, por tanto, ingresarían a Venezuela por  Santa Elena de Uairen. Los protagonistas de la nueva hazaña, para no perder detalle, deciden realizar ambas rutas, por lo que resulta un giro por toda nuestra geografía.

Partiendo de Caracas, realizan su primera parada en la Colonia Tovar, tras el mito del pueblo alemán caribeño,  continúan hacía Choroni, Tucacas, Chichiriviche, y algunas playas mas que aparecían en su camino, hasta llegar a Coro, ciudad que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad, ciudad donde entran en contacto con mi amigo R y donde comparten una larga temporada, y es este quien me los presenta. 

En su ruta a Mérida, siguen la ruta de los Llanos hasta Barinas, ascendiendo por el piedemonte andino para coronar el Pico Águila o Collado del Cóndor, único lugar que registro Ernesto Guevara en su ruta por Venezuela. Al llegar a la ciudad, les he hospedado en mi casa, por una semana, adquiriendo de estos chicos una inyección de juventud y de capacidad de soñar.

Tras su estancia en Mérida, siguen hasta la frontera con Colombia, donde reciben una remesa familiar de sus padres, y reinician su ruta por Venezuela, pero esta vez por los llanos occidentales (Estado Apure), cruzando el río Orinoco, volviéndose la ru ta un poco fantasiosa, puesto que para mi como venezolano, desconozco estos parajes. En esa segunda etapa pierdo contacto con ellos, pero durante ese periodo supe que lograron su objetivo de llegar a Santa Elena de Uairen, de alli siguen a Ciudad Bolivar y antes de regresar a Caracas deciden nuevamente hacer una modificacion a el viaje, desviándose por las costas orientales de Venezuela,  ahora siguiendo los pasos de otro famoso viajero Aleman,  que recorrió el país a finales del siglo XVIII, como fue Alejandro de Humboldt.

Al regresar a Caracas, se encuentran con sus representantes diplomáticos a petición de su muy angustiados familiares, pero ellos dados a la aventura siguen cabalgando por los llanos centrales, dando mil vueltas entre pueblos y poblados  hasta finalizar su ruta en Maracaibo, con el fin de ingresar a Colombia desde Maicao, no sin antes vender sus motos, y seguir rumbo al sur tras los pasos del Che.