lunes, 26 de septiembre de 2016

La Agonia - Sully Prudhomme




Los que asistáis en mi agonia, no me digas nada. Hacedme escuchar una armonía cualquiera y moriré a gusto.

La música calma, encanta y nos desliga de las cosas de este mundo. Meced mi dolor, os suplico, pero no le habléis.

Estoy cansado de palabras, harto de escuchar lo que puede ser mentira. Prefiero los sonidos que no hay que comprender, que basta con sentirlos,

una melodía en que pueda sumirse el alma, y que me haga pasar sin esfuerzo del delirio al sueño y del sueño a la muerte.

Los que me asistáis en mi agonía,   No me digáis nada. Un poco de armonía me hará mucho bien y me servirá de alivio.

Iréis a buscar a mi pobre nodriza, que es hoy pastora de un rebaño, y le diréis que al borde de la tumba he tenido el capricho

de oír cantar, muy quedo, de su boca, una canción de antaño, monótona y sencilla, un aire conmovedor y suave que apenas necesita voz.

La encontraéis. La gente de las chozas vive mucho tiempo. Yo, en cambio, soy dueño de un mundo en el que rara vez se vive varias veces veinte años.

Nos dejaréis a los dos juntos, y nuestros corazones se unirán. Me cantara con voz temblorosa... y con su mano puesta en mi frente.

Entonces tal vez sea ella la única que siga queriéndome. Yo volveré a mi niñez, mecido por si canción de abuela hacia mis días primeros, 

para no sentir en mi última hora que se parte el corazón, para no tener que pensar, para que el hombre muera cómo nació el niño.

Los que me ayudéis en mi agonía, no me digáis nada. Hacedme escuchar una armonía cualquiera y moriré a gusto... 



lunes, 19 de septiembre de 2016

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos - Cesare Pavese



Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo. 
 

lunes, 12 de septiembre de 2016

Idilio - Federico García Lorca


 

Tú querías que yo te dijera
el secreto de la primavera.

Y yo soy para el secreto
lo mismo que es el abeto.

Árbol cuyos mil deditos
señalan mil caminitos.

Nunca te diré, amor mío,
por qué corre lento el río.

Pero pondré en mi voz estancada
el cielo ceniza de tu mirada.

¡Dame vueltas, morenita!
Ten cuidado con mis hojitas.

Dame más vueltas alrededor,
jugando a la noria del amor.

¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.

 
 

lunes, 5 de septiembre de 2016

Las cadenas - Sully Prudhomme



   
Deseé amarlo todo y ahora soy desgraciado,
porque he multiplicado las causas de mis penas.
Innumerables lazos sutiles y dolorosos
unen mi alma a las cosas en todo el universo.

Todo me atrae al mismo tiempo
y con igual atractivo: lo cierto, por sus resplandores,
y lo desconocido por sus velos.
Un estremecido trazo de oro une mi corazón al sol,
y largos hilos de seda lo enlazan con las estrellas.

La armonía me encadena al aire melodioso,
la suavidad del terciopelo a las rosas que acaricio.
He hecho de una sonrisa cadena de mis ojos,
y de un beso cadena de mi boca.

Mi vida pende de esos frágiles lazos,
y estoy cautivo de los mil seres que amo.
A la menor sacudida que un soplo les imprime,
siento que se desgarra algo de mí mismo.