lunes, 26 de noviembre de 2012

Generación de Pendejos

Lejos de lo que se cree comúnmente, no se llega a ser pendejo por azar, a este estado supravalorado y poco autoreconocido, se llega a través de un arduo trabajo y la determinación de no dejar morir este arte milenario.

El buen pendejo, por ejemplo, tiene que esforzarse mucho para no advertir las señales que la realidad pone frente a sus ojos,  se esfuerza en no interiorizar que esta siendo engañado,  que su debilidad mental ha sido descubierta, que las princesas de Disney son solo de cuento.

Para reforzar su arsenal defensivo, el aspirante a pendejo tiene que hacer no pocas tareas, entre ellas dejarse idiotizar por la mayor arma existente en el mundo, la televisión en donde se exponen con glamour la vanidad y se limita la realidad, tras largas horas frente a la pantalla se logra facilmente el cometido de ser pendejo y aunque en muchos casos esto sea suficiente, algo que hace mas fácil el camino a ser pendejo es dejar de  leer, limitarse únicamente al horóscopos pero solo una vez a la semana (una dosis mayor podría ser contraproducente), pasar horas navegando por el mar de felicidad cibernética (si esa misma, mas eficiente que la biblioteca de Alejandría, la red de redes, Babel  o la contenedora del conocimiento humano como quieras llamarle) en donde se dedica mas tiempo a  consultar fotos de familiares y no tan amigos que a aprender, también puedes emplear tu tiempo valioso y productivo en juegos virtuales interminables en donde la meta es acumular puntos que solo sirven para acumular mas puntos y para esta ardua tarea no se ha limitado la capacidad humana de crear miles de artilugios (internet, x box, play station, game boy, atari da igual la que sea), también se  tiene que estudiar a profundidad revistas rosa o del corazón, saturadas de cuerpos imposibles, lujos inalcanzables y vidas glamorosa poco honradas, así como no debe descuidar las teorías esotéricas (o religiosas que son lo mismo), también  consultar hasta memorizar biografías de otros pendejos que vivieron creyendo que la luna era de queso, el planeta plano y que un día subieron al cielo, llevados por angelitos de cara sonrosada y halos resplandecientes o seria los extraterrestres, cualquier teoría para un pendejo es posible,  también una forma máxima de pendejismo es confiar que los políticos de derecha o izquierda tienen la capacidad de resolver nuestros problemas y no que ellos son el problema; ya casi lo olvidaba todo buen pendejo que se precie de serlo, tiene que presumir de su tiempo en el Centro Comercial de moda, su ritual semanal o diario preferentemente por las innumerables vidrieras, donde se confunde el producto con el comprador y se pasa de ser un usuario a un simple producto mas, en donde lo importante es parecer hecho en serie y no en serio, ponderando mas la capacidad de parecerse a la manada que las individualidades.

Lo mas digno de mención en la naturaleza de los pendejos es la enorme capacidad que tienen para reproducirse, formando grandes comunidades que se esparcen por el mundo con un estruendo arrollador haciendo gala de su condición,  es poco mas que risible la actitud quijotesca, confrontativa hacia todo aquel que intente demostrarle que vive de ilusiones y que tarde o temprano terminará en el foso de la traición y la desesperanza, pero una vez allí tampoco reconocerán su condición, calmando su ansiedad con frases como “son gaje del oficio” en el mejor de los casos, por que no son pocas las ocasiones en las que se culpan a otros superiores  (dioses, semidioses,  astros,  políticos, extraterrestres, ángeles,  fuerzas cómicas, el azar,  jefes u otros compañeros ) otro sospechoso habitual puede ser el destino, la  pesada carga histórica, las diferencias de clases sociales, o cualquier cosa que justifique su autocomplacencia.

Es difícil saber hasta que punto uno no es mas que un pendejo que pretende ser lucido o un lucido pendejo o simplemente esta confusión se resuma en un “ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario”,  lo que si no me cabe la menor duda, es que ser pendejo esta siendo elevado a un arte, y como tal, solo nos queda admirarlo resignadamente (sin enfadarnos cuando los aprovechadores revoloteen, ni relamernos de gusto cuando tengamos cerca un pendejo, mucho menos exaltarnos por que no acepten ayuda ni entienden razones); lo mejor de este, no tan nuevo  equilibrio cósmico universal, es agradecer a dios, los políticos, los medios de comunicación, los astros y hasta nuestro entorno que nos deje ser meros espectadores y no participantes  de tanta pendejada, aun a riego de ser condenados al lugar mas oscuro del infierno (sociedad) por nuestra indiferencia.


Lejos de lo que se cree comúnmente, no se llega a ser pendejo por azar, a este estado supravalorado y poco autoreconocido se llega a través de un arduo trabajo y la determinación de no dejar morir este arte milenario.
El buen pendejo, por ejemplo, tiene que esforzarse mucho para no advertir las señales que la realidad pone frente a sus ojos,  se esfuerza en no interiorizar que esta siendo engañado,  que su debilidad mental ha sido descubierta, que las princesas de los cuentos de Disney son solo un cuento.
Para reforzar su arsenal defensivo, el aspirante pendejo tiene que hacer no pocas tareas, entre ellas dejarse idiotizar por la mayor arma existente en el mundo, la televisión en donde se exponen con glamour la vanidad y se limita la realidad, tras largas horas frente a la pantalla se logra facilmente el cometido de ser pendejo; algo que hace mas fácil el camino a ser pendejo es dejar de  leer, limitarse únicamente al horóscopos pero solo una vez a la semana (una dosis mayor podría hacerle perder su capacidad de pendejo), pasar horas navegando por el mar de felicidad cibernética (si esa misma, mas eficiente que la biblioteca de Alejandría, la red de redes, Babel  o la contenedora del conocimiento humano como quieras llamarle) en donde se dedica mas tiempo a  consultar fotos de familiares y no tan amigos que a aprender, también puedes emplear tu tiempo valioso y productivo en juegos virtuales interminables en donde la meta es acumular que solo sirven para acumular mas puntos y para esta ardua tarea no se ha limitado la capacidad humana de crear miles de artilugios (internet, x box, play station, game boy, atari da igual la que sea), también se  tiene que estudiar a profundidad revistas rosa o del corazón, saturadas de cuerpos imposibles, lujos inalcanzables y vidas clamorosa poco honradas, así como no debe descuidar las teorías esotéricas (o religiosas que son lo mismo), también  biografías de otros pendejos que vivieron creyendo que la luna era de queso, el planeta plano y que un día subieron al cielo, llevados por angelitos de cara sonrosada y halos resplandecientes o seria los extraterrestres cualquier teoría para un pendejo es posible,  también una forma máxima de pendejismo es confiar que los políticos de derecha o izquierda tienen la capacidad de resolver nuestros problemas y no que ellos son el problema; ya casi lo olvidaba todo buen pendejo que se precie de ser lo, tiene que presumir de su tiempo en el Centro Comercial de moda, su ritual semanal o diario preferentemente por las innumerables vidrieras, donde se confunde el producto con el comprador y se pasa de ser un usuario a un simple producto mas.
Lo mas digno de mención en la naturaleza de los pendejos es la enorme capacidad que tienen para reproducirse, formando grandes comunidades que se esparcen por el mundo con un estruendo arrollador haciendo gala de su condición,  es poco mas que risible la actitud quijotesca, confrontativa hacia todo aquel que intente demostrarle que vive de ilusiones y que tarde o temprano terminará en el foso de la traición y la desesperanza, pero una vez allí no reconocerán su condición calmando su ansiedad con frases como “son gaje del oficio” en el mejor de los casos, por que no son pocas las ocasiones en las que se culpan a otros superiores  (dioses, semidioses,  astros,  políticos, extraterrestres, ángeles,  fuerzas cómicas, el azar,  jefes u otros compañeros ) otro sospechoso habitual puede ser el destino, la  pesada carga histórica, las diferencias de clases sociales, o cualquier cosa que justifique su autocomplacencia.
Es difícil saber hasta que punto uno no es mas que un pendejo que pretende ser lucido o un lucido pendejo o simplemente esta confusión se resuma en un “ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario”,  lo que si no me cabe la menor duda, es que ser pendejo esta siendo elevado a un arte, y como tal, solo nos queda admirarlo resignadamente (sin enfadarnos cuando los aprovechadores revoloteen, ni relamernos de gusto cuando tengamos cerca uno, mucho menos crispáramos por que no acepten ayuda ni entienden razones); lo mejor de este no tan nuevo  equilibrio cósmico universal, es agradecer a dios, los políticos, los medios de comunicación, los astros y hasta nuestro entorno que nos deje ser meros espectadores y no participantes  de tanta pendejada, aun a riego de ser condenados al lugar mas oscuro del infierno por nuestra indiferencia.

Lee más: http://espanol.17style.com/#ixzz2DL214cSN
Continuar Editando
Lejos de lo que se cree comúnmente, no se llega a ser pendejo por azar, a este estado supravalorado y poco autoreconocido se llega a través de un arduo trabajo y la determinación de no dejar morir este arte milenario.
El buen pendejo, por ejemplo, tiene que esforzarse mucho para no advertir las señales que la realidad pone frente a sus ojos, se esfuerza en no 
interiorizar que esta siendo engañado, que su debilidad mental ha sido descubierta, que las princesas de los cuentos de Disney son solo un cuento.
Para reforzar su arsenal defensivo, el 
aspirante pendejo tiene que hacer no pocas tareas, entre ellas dejarse idiotizar por la mayor arma existente en el mundo, la televisión en donde se exponen con glamour la vanidad y se limita la realidad, tras largas horas frente a la pantalla se logra facilmente el cometido de ser pendejo; algo que hace mas fácil el camino a ser pendejo es dejar de leer, limitarse únicamente al horóscopos pero solo una vez a la semana (una dosis mayor podría hacerle perder su capacidad de pendejo), pasar horas navegando por el mar de felicidad cibernética (si esa misma, mas eficiente que la biblioteca de Alejandría, la red de redes, Babel o la contenedora del conocimiento humano como quieras llamarle) en donde se dedica mas tiempo a consultar fotos de familiares y no tan amigos que a aprender, también puedes emplear tu tiempo valioso y productivo en juegos virtuales interminables en donde la meta es acumular que solo sirven para acumular mas puntos y para esta ardua tarea no se ha limitado la capacidad humana de crear miles de artilugios (internetx boxplay stationgame boyatari da igual la que sea), también se  tiene que estudiar a profundidad revistas rosa o del corazón, saturadas de cuerpos imposibles, lujos inalcanzables y vidas clamorosa poco honradas, así como no debe descuidar las teorías esotéricas (o religiosas que son lo mismo), también  biografías de otros pendejos que vivieron creyendo que la luna era de queso, el planeta plano y que un día subieron al cielo, llevados por angelitos de cara sonrosada y halos resplandecientes o seria los extraterrestres cualquier teoría para un pendejo es posible,  también una forma máxima de pendejismo es confiar que los políticos de derecha o izquierda tienen la capacidad de resolver nuestros problemas y no que ellos son el problema; ya casi lo olvidaba todo buen pendejo que se precie de ser lo, tiene que presumir de su tiempo en el Centro Comercial de moda, su ritual semanal o diario preferentemente por las innumerables vidrieras, donde se confunde el producto con el comprador y se pasa de ser un usuario a un simple producto mas.
Lo mas digno de mención en la naturaleza de los pendejos es la enorme capacidad que tienen para 
reproducirse, formando grandes comunidades que se esparcen por el mundo con un estruendo arrollador haciendo gala de su condición, es poco mas que risible la actitud quijotesca, confrontativa hacia todo aquel que intente demostrarle que vive de ilusiones y que tarde o temprano terminará en el foso de la traición y la desesperanza, pero una vez allí no reconocerán su condición calmando su ansiedad con frases como “son gaje del oficio” en el mejor de los casos, por que no son pocas las ocasiones en las que se culpan a otros superiores (dioses, semidioses, astros,  políticos, extraterrestres, ángeles, fuerzas cómicas, el azar, jefes u otros compañeros ) otro sospechoso habitual puede ser el destino, la pesada carga histórica, las diferencias de clases sociales, o cualquier cosa que justifique su autocomplacencia.
Es 
difícil saber hasta que punto uno no es mas que un pendejo que pretende ser lucido o un lucido pendejo o simplemente esta confusión se resuma en un “ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario”, lo que si no me cabe la menor duda, es que ser pendejo esta siendo elevado a un arte, y como tal, solo nos queda admirarlo resignadamente (sin enfadarnos cuando los aprovechadores revoloteen, ni relamernos de gusto cuando tengamos cerca uno, mucho menos crispáramos por que no acepten ayuda ni entienden razones); lo mejor de este no tan nuevo equilibrio cósmico universal, es agradecer a dios, los políticos, los medios de comunicación, los astros y hasta nuestro entorno que nos deje ser meros espectadores y no participantes  de tanta pendejada, aun a riego de ser condenados al lugar mas oscuro del infierno por nuestra indiferencia.


Lee más: http://espanol.17style.com/#ixzz2DL214cSN

1 comentario:

abdonopolis dijo...

Dos blog que me gustarón

http://estepaisdemierda.blogspot.com/2012/10/a-los-pendejos-con-carino.html

https://carolachavez.wordpress.com/2012/11/16/lo-que-hay/