Deontología: "Sobre la relación de los médicos entre sí"
En las últimas décadas los cambios tecnológicos y organizativos han conducido a una relación con equipos multidisciplinares, creando un nuevo ámbito de relación entre compañeros, según se expone en este artículo publicado en el periódico del Colegio de Médicos de Cádiz, y en el que el vocal de la Comisión Deontológica Fernando de Suza recomienda tener siempre presente lo que el Código de Deontología Médica establece al respecto
Cádiz, 30 de julio 2014 (medicosypacientes.com)
Dr. Fernando de Souza Firmo. Vocal de la Comisión Deontológica del COM de Cádiz
Históricamente,
la relación sanitaria ha sido fundamentalmente persona a persona; para
entendernos mejor, entre el médico y su paciente. Pero en las últimas
décadas los cambios tecnológicos y organizativos nos han llevado a una
relación con equipos multidisciplinares, creando un nuevo ámbito de
relación entre compañeros.
Con
la popularización del derecho a una segunda opinión y la divulgación de
las actividades e investigación médicas, se ha llegado
indiscutiblemente a crear dificultades en la relación entre los médicos.
Hoy por hoy, en cualquier Comisión Deontológica, provincial o
autonómica, es cada vez más frecuente recibir una denuncia entre colegas
por infringir el Código de Deontología Médica (CDM).
Como
la medicina es la ciencia de la incertidumbre y el arte de la
probabilidad, hoy el trabajo del médico está frecuentemente cuestionado,
y no siempre de manera cualificada. La aparición de tensiones entre
médicos, originadas por muy diversas razones, es un hecho que ha
provocado perennes denuncias en los Colegios de Médicos y pensamos que
esto se evitaría con más reflexión y un conocimiento real y más
profundo del Capítulo VIII de nuestro CDM.
En
su articulado el capítulo consagrado a estipular cómo ha de ser la
relación de los médicos entre sí se establece ya de inicio que "la
confraternidad entre los médicos es un deber primordial y sobre ella
sólo tienen preferencia los derechos del paciente", para afirmar a
continuación que los médicos "deben tratarse entre sí con la debida
deferencia, respeto, lealtad, sea cual fuere la relación jerárquica que
exista entre ellos". El CDM determina como una obligación del médico la
defensa de aquellos colegas que hayan podido ser objeto de ataques o
denuncias injustas. La crítica despectiva hacia la actuación de algún
compañero merece también la reprobación de los padres redactores de
nuestro Código Deontológico, que consideran como circunstancia agravante
si esa crítica se realiza "en presencia de sus pacientes, de sus
familiares o de terceros".
Asimismo
los médicos deben compartir sus conocimientos científicos en beneficio
de los pacientes y si también es compartida la responsabilidad
asistencial de alguno de esos pacientes "deben proporcionarse la
información necesaria de forma clara y comprensible, evitando las siglas
y terminología no habitual. "Nunca -advierte el CDM- es aceptable un
caligrafía ilegible". Por otra parte, las lógicas discrepancias que
pudieran surgir entre colegas no pueden derivar nunca en el desprestigio
público de ninguno de ellos. El CDM es taxativo a la hora de intentar
delimitar el daño o el escándalo que este tipo de comportamientos
pudiera causar, aseverando que nunca están justificadas las injurias a
un colega: "Se evitarán las polémicas públicas y las divergencias se
resolverán en el ámbito profesional o colegial". Afina aún más el CDM
este último aspecto al señalar que "no supone faltar al deber de
confraternidad el que un médico comunique a su Colegio con discreción
las infracciones de sus colegas contra las reglas de la ética médica o
de la práctica profesional".
Merece
la pena detenerse en la forma en que el CDM considera que pudiera estar
dándose una intromisión o injerencia de un médico en la labor de otro
compañero. Tras señalar que ningún médico interferirá en la asistencia
que esté prestando otro colega, el CDM puntualiza que "no se considera
interferencia la atención de urgencia o la libre consulta por parte del
paciente a otro médico, aunque advertirá al paciente del perjuicio de
una asistencia médica múltiple no consensuada". También entra de lleno
en fijar el comportamiento idóneo cuando el profesional o el paciente
recurren a una segunda opinión. Ante esta circunstancia el médico "puede
proponer al colega que considere más adecuado como consultor o aceptará
al que elija el paciente. Si sus opiniones difieren sustancialmente y
el paciente o su familia decidieran seguir el dictamen del consultor, el
médico que venía tratando al paciente queda liberado de continuar su
asistencia".
También
resulta esclarecedor el CDM al referirse al entorno de colaboración y
de equipo que muchas veces concierne y condiciona la labor individual
del médico, que siempre "debe mantener buenas relaciones con los demás
profesionales al servicio de la salud y tendrá en consideración las
opiniones de ellos acerca del cuidado de los pacientes; respetará el
ámbito de las competencias de sus colaboradores y procurará que cada
miembro del grupo cumpla correctamente sus obligaciones específicas".
Y
una vez más recuerda la intermediación del Colegio y el deber de
ponerlo en conocimiento de éste "cuando un médico tuviera conocimiento
de que otro compañero está siendo sometido a acoso moral o a coacciones
en su ejercicio profesional".
Este articulo me pareció interesante y no quiero apropiarme de algo que no me pertenece, lamentablemente el Código Deontológico y la Ley de Ejercicio de la Medicina en mi país coinciden en algunos puntos pero lo escrito muchas veces no es llevado a la practica por mas de un colega... http://www.medicosypacientes.com/articulos/cadiz29714.html